Los procesos y metodologías establecidas y desarrolladas por la primera estrategia permiten la sistematización y centralización de información, relevamientos y representaciones de los procesos Urbano-Territoriales de manera temática pero no implican la producción de información nueva.
En esta segunda etapa tenemos por un lado que la consecución de relevamientos de un mismo aspecto o fenómeno permite el desarrollo de análisis contrastados que dan cuenta de la evolución del mismo en una línea temporal. Así mismo el cruce de información proveniente de distintas fuentes y temáticas sistematizadas en la primera etapa permite el cálculo de lo que llamaremos información de 1er grado que se infiere del uso de las fuentes originales aisladas. Todo esto posibilita finalmente la elaboración de indicadores e índices que permitan la evaluación y el monitoreo de uno o varios aspectos asociados al territorio y las ciudades.
Pantalla CompletaELos avances en las Tecnologías de la Información Geográfica y particularmente los Sistemas de Información Geográfica han ampliado las capacidades para entender los fenómenos y procesos con base espacial al conformar nuevos entornos para la obtención y tratamiento de la información. Las capacidades de estas tecnologías para el manejo de información los convierte en herramientas ideales para la elaboración y cálculo de indicadores y cruce de datos enfocados a la caracterización del territorio.
La existencia de sistemas de indicadores es la base para el desarrollo de observatorios territoriales que permitan la recopilación de información sistematizada a lo largo del tiempo. El logro de una buena capacidad de gestión urbana y territorial va depender del diseño de metodologías lógicas y coherentes mantenidas en un periodo de tiempo. En este marco los observatorios territoriales son una herramienta esencial para la acumulación de información y la evaluación de su evolución.